Construiré un dolmen de magalítica piedra
donde no quede ni un vestigio de rastro humano
para recordar al morador mis noches míticas y errantes.
Donde el culto era reconocido por dioses paganos
que espiaban vergonzos dentro de la cueva.
Tantos intentaron rescatar tu alma
que de pura y blanca rozo el muérdago
y la muerte no halló nexo para grabarte en el cielo
Tampoco el amor cubrio su cuota simbolica.
Y el fuego te ahogó los restos hasta los huesos
Moraras por siempre en el infierno.
Indianala
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