viernes, mayo 23, 2008

AMBROSÍA

Ambrosía

Con tu voz de susurro musitando un dulce oráculo,
donde las nubes se arremolinaban
para besar de tu ambrosía.
Me enamoré.

Y descalza frente a ti
me perdí en tu mirada
oceánica hasta la asfixia.
De tu boca bebí el néctar bucólico
hasta el horizonte.

Sentí al universo reclamar
que le devolviera el cielo y el aire.
Pero lo necesitaba...
para seguir en tu mirar.
Por momentos ojos de lobo y otras de mar.

Acariciada cual semidiosa poseída
en gran conquista amorosa.
Sin notar el vaivén al inframundo
perseguí el vuelo del águila
y montañas me sepultaron
hasta llegar al Tártaro febril de la pasión.

No hace falta...
que ningún semidiós me rescate,
porque la promesa es revivir,
desde el inmortal mundo de la esperanza.

Solo pido
el antídoto al olvido
y es el baño de hidromiel
de tu mirada.


indianala.