
Soñé que un arlequín me amaba.
Acariciando los colores del alba
su figura perfilaba.
Cada poro destellaba, tras los
cuerpos de vidrios esmeralda.
Ven a mi, musitó y dame alma.
Poco a poco su belleza irradiaba.
Mis manos, laboriosas te buscaban.
Como te soñé me mirabas.
Eres obra de amor y de esperanzas.
Tienes mi hogar como morada y
tu corazón ofreces
desde la quietud imaginaria.
Cuando la luz te llama
dibujas besos refractados,
que entre sonrisas se escapan,
Y vuelan sin rumbo, suavemente.
Ofreciéndonos tu magia...
PD: Concluí este mural con la técnica
de vitro-cemento. La idea es de un óleo que
hice hace años para mis hijos.
Un abazo.
indianala