Rincones oscuros

No enciendas làmpara ni velas
deja que la noche no ilumine
las sombras de este duelo de unicornios
no perdidos en la inocencia de los sueños.
Convertidos de peones en alfiles
sin tablero ni bosque... solo cielo.

Esperar que descienda la noche,
desparramandose por mi interior.
Como clarividente de mis oscuras esquinas,
se desliza sin ruidos
formando ya un solo cuerpo sin tiempo sin color.
Devastando recuerdos como lluvia,
suicidandose contra un cristal.
Fisuras lìquidas desbordan por las grietas,
simulando formar parte de mi piel.
Todo esto por paisaje. Lo real no se ve.

sin tablero ni bosque... solo cielo.

indianala.