Disolucion lunar

Las sombras se alargan mientras la luna avanza
el horizonte que se abre
para tragarla y convertirla en azul.
La redondez desnuda acepta el milagro.
Solo el murmullo de la noche
como testigo silencioso y oscuro.
Nadie vislumbra la sensatez de tal paisaje.
Etéreo, volátil de fauces famélicas.
Estimulando al ineludible milagro.
Ni el resplandor
que está anunciándose
tras la esfera
podrá detener la concentración del rayo,
que apuntando con su vértice
raja el negro manto.
Irrupción colérica y veloz,
fusión inmersa de origen constelado.
Adentrándose cautivo por la irrepetible
explosión cromática de chispas derretidas.
Y baja abriéndose paso
en ondulaciones transparentes
ahora púrpura la esfera
que se desvanece a lo lejos
fagocitada en el plasma.